27 de mayo de 2007

La rutina de Wood

A mitad de camino entre Pamplona y Logroño, en la zona de contacto entre la Montaña y la Ribera de Navarra, se encuentra Estella-Lizarra, ciudad monumental nacida al calor del Camino de Santiago que albergaba el peregrinar de pelotón ciclista femenino en una nueva entrega, concretamente la sexta, de la Copa de España.

Pasear por las callejuelas de esta ciudad románica, que en S. XV era conocida como “Estella la bella”, te transporta a otra época en la que sus palacios, casas señoriales, iglesias, conventos, puentes y hermosos edificios rezuman una historia forjada en el primitivo burgo de Lizarra especialmente desde que en el año 1090 el rey Sancho Ramírez, monarca de Navarra y Aragón, decide fomentar el asentamiento en este lugar de francos (comerciantes, hombres libres de vasallaje a nobles, y eclesiásticos), ya que se hacía necesaria una población que atendiera la creciente afluencia de peregrinos que de toda Europa dirigían sus pasos a Santiago de Compostela.

Hay un dicho popular en esta ciudad cargada de historia, que dice que “no ves Estella hasta que llegas a ella” y viene que ni pintado para referirnos a Oenone Lee Wood (T-Mobile) ciclista de Nueva Gales del Sur (Australia) a la que prácticamente sus rivales en la prueba estellesa no han tenido posibilidad más que de verla en la salida y posteriormente en la meta.

A pesar de ser una ciclista de las antípodas, era una de las participantes que menos kilómetros tuvo que recorrer con su automóvil para desplazarse a la prueba, puesto que tiene fijada su residencia en Rentería (Guipúzcoa) siguiendo la estela de Scott Davis (T-Mobile) y creando un entorno ciclista “aussie” al abrigo de las carreteras guipuzcoanas por las que ya anteriormente pedaleaban tanto Allan Davis (Discovery Channel), hermano de Scott, y Aaron Kemps (Astana).

Que Estella sea una ciudad rodeada de montañas que hace popular el dicho anteriormente citado y ha marcado de forma determinante la prueba, al que hay que calificarla de exigente por su quebrado diseño del recorrido. Afortunadamente, a pesar de que la temperatura ambiental no superaba los 12ºC, el cielo se ha portado y no ha descargado la amenazante lluvia, quizá pensando que el río Ega no necesita más agua ya que hace unas semanas apunto estuvo de desbordarse a su paso por la localidad.

La salida era conjunta para las tres categorías participantes. En los diferentes pasos por Estella, iban finalizando las distintas categorías. Los primeros 30 kilómetros eran prácticamente llanos y pelotón se mantenía compacto. Tras cruzar Estella por primera vez se ascendía la primera dificultad orográfica del día, el Alto de Ayegui, conocido en el mundo ciclista por estar enclavado en su cima el Hotel Irache. Fue en las primeras rampas de esta subida cuando Oenone Wood (T-Mobile) decidió poner tierra de por medio. Había tímidos intentos por seguir a la australiana, pero a pesar de que en la cima sólo había una docena de segundos de diferencia entre ella y grupo daba la sensación que el titubeante pelotón perseguidor sería incapaz de reintegrar a la ciclista fugada a la disciplina del grupo.

En el kilómetro 48, en un nuevo paso por Estella, donde finalizaban las ciclistas de categoría cadete su prueba, la diferencia superaba el medio minuto. La ciclista australiana llevaba un pedalear cómodo y rutinario, como si de un entrenamiento exigente se tratase.

Por detrás se echaba en falta una actitud decidida en la caza de la fugada. Bien es cierto que el equipo Comunidad Valenciana estaba prácticamente ausente ya que sólo Susana Pascual Ruiz nos permitía ver el maillot del equipo al estar el resto del conjunto participando de forma tan anónima como discreta en el prestigioso Tour de L´Aude (Francia). También se encontraba participando en esta prueba el conjunto galo Les Pruneaux D´Agen que había anunciado su presencia. Así mismo, otro conjunto galo como es el Team Pro Feminin de Genevois tampoco tomó parte a pesar de que aparecía en la pre-inscripción.

De esta forma, el peso de la persecución debía caer en buena lógica en los conjuntos que mayor número de ciclistas conjuntaban en el pelotón, que no eran otros que el Bizkaia-Panda Software y Odeco-CNN. Pero para desgracia de esta competición y reflejo de la situación en la que se encuentra nuestro ciclismo femenino de élite, las ciclistas de Odeco-CNN aguardaban agazapadas en el seno del pelotón y las ciclistas del Bizkaia-Panda Software lideraban tímidamente el pelotón pero cargando prácticamente todo el peso de la persecución en la persona de una cada vez más entonada y felizmente recuperada Nekane Lasa Agirre.

Así en el kilómetro 59, al coronar el Alto de Alloz, la diferencia superaba el minuto. Tras superar esta dificultad montañosa, en una zona en la que sin resguardo del viento, atravesando una planicie de campos interminables de cereal, la corredora australiana no se sentía cómoda, e impulsos individuales de ciclistas valientes como Ione Mújika Sarasketa (Debabarrena-Kirolgi) o Belén López Morales (Bizikleta.com) hacían más efectiva la reducción de la diferencia la fugada, que tras cruzar Abárzuza y superar el Alto de Muru en el kilómetro 66 la diferencia había descendido entorno a los 45 segundos.

Parecía que la posibilidad de alcanzar a la australiana podría ser una realidad, pero tras pasar por Estella de nuevo, donde en esta ocasión finalizaban las corredoras de categoría Juvenil tras 71 kilómetros de carrera, y ascender el Alto de Grocin, la diferencia se había elevado de nuevo hasta alcanzar el minuto y medio de diferencia.

En este punto, la hasta hoy líder de la Copa de España, Sara Ortiz Mato (Fonorte-Spiuk) ponía pie a tierra descolgada en un pequeño grupo que perdía más de siete minutos cuando todavía quedaban prácticamente 30 kilómetros para meta.

Pero la dificultad más importante de la jornada estaba aún pendiente de superar, el Alto de Lezáun, que finalmente resultaría determinante para configuración del podium. Allí la australiana aumentaba la diferencia superando la barrera de los dos minutos, y del pelotón saltaba una valiente María Gallastegi Aizpurua (Debabarrena-Kirolgi) que al no tener opciones para alzarse con la Copa de España y viendo que no estaba sometida al férreo marcaje al que si estaban aquellas que tienen opciones por alzarse con la victoria final, lograba poner tierra de por medio paulatinamente. Loable la actitud de las dos ciclistas del Debabarrena-Kirolgi, María Gallastegi y Ione Mújika, que cumplirán 33 y 34 años respectivamente en el verano de este año, que mostraron de forma individual lo que otros conjuntos deberían haber mostrado de forma colectiva.

Desde Lezaún únicamente 20 kilómetros hasta la línea de meta prácticamente de bajada, a excepción del Alto de Muru. Sólo un problema mecánico, que no sucedió, podía haber privado a Oenone Wood de la victoria. Tras ella, María Gallastegi, que con su segundo puesto recogía el merecido triunfo a la actitud derrochada durante la prueba.

En el sprint del grupo, un mano a mano entre las dos ciclistas que a partir de la carrera de Estella pasan a comandar la general de la Copa de España, la navarra Iosune Murillo Elcano (Bizkaia-Panda Software) y la valenciana Alicia Palop Rubio (Odeco-CNN). Entre ellas se coló Belén López (Bizikleta.com) conquistando la cuarta plaza a la que le faltaron unos metros para imponerse en el grupo al quedar encerrada en el inicio del sprint.

Tras la ceremonia protocolaría, en la que Oenone Wood (T-Mobile), al igual que en Madrid recibía el premio como vencedora, y una exultante María Gallastegi (Debabarrena-Kirolgi) la secundaba en el podium, la risueña y bromista Iosune Murillo (Bizkaia-Panda Software) recibía la recompensa por el tercer puesto, y el maillot de lider de la Copa de España, sustituyendo a Sara Ortiz.

Dicen que en ocasiones, cuando una persona guarda tanta expectación por algo en concreto, indistintamente de cómo se desarrolle, finalmente quedará decepcionado, puesto que la tendencia a la idealización aboca de una forma u otra en decepción. Quizá eso sea lo que me ha ocurrido tras presenciar la prueba de Estella y ver como las líderes de los equipos más potentes están más pendientes de cómo finalizan la prueba ellas, que de obtener la victoría o al menos dar todo lo necesario por conseguirla.

Así de esta forma, la poco ambiciosa Iosune Murillo, en un trazado sobre el que podía mostrar su potencial ciclista, se conformó con estar pendiente de Alicia Palop, ciclista que se preocupa más por la imagen que ofrece ante el espejo que la que muestra en carrera, que a su vez también está pendiente de Iosune Murillo, lo que ocasiona el bloqueo en los movimientos de los dos equipos con más argumentos para variar la carrera. No en vano la Copa de España pasa a ser liderada por Iosune Murillo con un sólo punto de ventaja sobre Alicia Palop, que bien podía haber sido de forma diferente si entre ellas no se hubiese intercalado la gaditana Belén López en el sprint de la prueba estellesa.

Para realizar una lectura positiva, me quedo con el valor y el empecinamiento de Belén López, y la actitud en la misma línea de dos veteranas vascas como Gallastegi y Mújika de las que otras mucho más jóvenes deberían tomar nota.

La próxima cita será el 3 de Junio en Murcia, en la que presumiblemente con la presencia del Comunitat Valenciana puede variar el guión establecido ya que Chari Rodríguez intentará recuperar los puntos perdidos tras su ausencia en Madrid y Estella. Quien no está presente será Oenone Wood a la que aguarda la cita de la Copa del Mundo en Montreal (Canadá).

9 de mayo de 2007

Ivan el desertor

El ciclismo en Estados Unidos tiene unas connotaciones diferentes a como entendemos el ciclismo al otro lado del Atlántico. Resulta evidente decir que este deporte se sustenta en su historia y ésta se ha escrito en su práctica totalidad en Europa, motivo por el cual, los más destacados ciclistas de EE.UU. de las últimas décadas han realizado fundamentalmente el calendario europeo, y en los últimos años de una forma claramente destacada.

A pesar de esta fuga de ciclistas, el pedalear está vivo en el propio país con su propia identidad e idiosincrasia. A pesar de pruebas como el Tour de California o el Tour de Georgia, las pruebas que allí se disputan guardan un denominador común en el desenlace y en el marco de la competición. Es habitual como las pruebas se dilucidan en un sprint final dentro de un circuito urbano por amplias avenidas, que es la clásica estampa de las pruebas competitivas que allí se disputan.

El argentino Juan José Haedo era la figura autoritaria de ese ciclismo que fundamentalmente se decidía en los últimos metros, pero su desembarco en Europa de la mano de Bjarne Riis ha dejado vacante ese trono. Uno de los ciclistas que está llamado a heredar el título viste el mismo maillot del equipo que abandonó Juan José Haedo, el Toyota-United, y se trata del cubano Iván Domínguez.

La historia ciclista de Iván Domínguez Ramos no es común dentro del ciclismo actual. El próximo 28 de Mayo hará ya 31 años que el ciclista vino a este mundo en la playa de Jaimanitas, una pintoresca municipalidad, al oeste de La Habana (Cuba).

Nunca tuvo ningún ídolo, ni quería emular a nadie. Un día se subió a una bicicleta con 13 años y comenzó a competir y a ganar, y como lo hacía bien, seguía pedaleando. Domínguez, con el tiempo, logró ser un gran atleta en su país, ganando importantes títulos, incluyendo cuatro medallas de oro en los Juegos Panamericanos de los años 1993, 1994 y 1996 y también el título de campeón nacional de Cuba dos veces consecutivas. También jalonan su palmarés, tres medallas de plata y la satisfacción de haber impuesto un récord nacional en los 4 kms. en el año 1997 que hasta el presente nadie ha roto.

Cuando viajó a Estados Unidos en 1998 para participar en los Juegos de la Buena Voluntad (Goodwill Games) con el resto de la Selección Nacional de Ciclismo de Cuba, Domínguez optó por desertar y quedarse en Estados Unidos, dejando atrás lo que había sido su vida hasta ese momento, incluyendo a su familia. Sin futuro en Cuba decidió un día arriesgarse. Sin miedo y con el deseo de una vida mejor, optó por recorrer la recepción del hotel y salir a la calle de la gran ciudad americana. Sin hablar inglés y sin conocer a nadie en Estados Unidos, excepto a un tío en Miami, empezó a dar pasos mirando como las puertas del hotel que atrás quedaban eran la entrada a una nueva vida.

En aquella tranquila localidad de Jaimanitas quedaban su madre y sus ocho hermanos, que verían como Iván ya no regresaría nunca más. De su padre, quien se había marchado rumbo a Estados Unidos en 1980, nunca más se supo hasta que recibieron en casa la noticia de su fallecimiento.

Su tío fue de gran ayuda y gracias a él pudo establecerse en Florida. Iván salió adelante trabajando en una fábrica de zapatos e instalando sistemas de regadío hasta que unos amigos le regalaron una bicicleta. Cuando cruzó aquellas puertas del hotel de Nueva York juró que nunca volvería a competir, pero con el inglés que iba aprendiendo poco a poco y la ofrenda motivamente que recibió, comenzó a involucrarse de nuevo en el ciclismo, compitiendo y ganando carreras locales en Miami. Sus esfuerzos se vieron recompensados en 2001, cuando le ofrecieron un lugar en el conjunto Saturn. No fue fácil tener que volver a la rutina de los entrenamientos, pero tampoco lo era levantarse todos los días a las 5 de la mañana para entrar en la fábrica.

Domínguez no desaprovechó aquella oportunidad de pertenecer a un equipo de Estados Unidos de primer orden, y obtuvo 20 victorias en sus dos primeras temporadas, incluyendo una victoria en el New York City Championship del año 2002 batiendo a Lance Armstrong que tuvo mucho eco en el país. Sus repetidas victorias contribuyeron a hacer del Saturn el conjunto más laureado del país a finales del año 2003.

En el año 2004 se enfundó el maillot del Colavita Olive Oil y en la temporada siguiente la del Health Net. Fue en el año 2006, la temporada en la que ingresó en la nómina del Toyota-United, conjunto con el que repite en el 2007, y con el que ha logrado ya siete victorias en lo que va de temporada. La mayor parte de ellas son nacionales, de las consideradas menores, pero también tiene en su palmarés victorias como la cosechada en la 7ª Etapa del Tour de California, donde en el Circuito de Long Beach se impuso brillantemente al sprint a ciclistas como Graeme Brown (Rabobank), Gerald Ciolek (T-Mobile), Luca Paolini (Liquigas), Robert Förster (Gerolsteiner), Thor Hushovd (Crédit Agricole) y Fred Rodríguez (Predictor-Lotto), que entraron en ese mismo orden en meta.

Domínguez es un consumado velocista y eso en términos deportivos significa una gran responsabilidad sobre los hombros, pero sus compañeros trabajan de la misma forma que lo hacían anteriormente para Juan José Haedo, ya que Domínguez es un digno sucesor del argentino.

Dice que le queda muchos deseos por cumplir, especialmente el de volver a reunirse con su familia ahora ya en suelo de Estados Unidos, ya que con su madre habla prácticamente a diario. También sueña con regresar a los Juegos Panamericanos enfundado ahora en el maillot de Estados Unidos, y como no, sueña con poder participar algún día en el Tour de Francia.

Sobre el último de sus deseos, quizá ese día no llegue a vivirlo, pero no me cabe la menor duda que preparado para poder hacerlo está.

5 de mayo de 2007

R&R: My way

El mundo del ciclismo es un escaparate publicitario sin igual. Pocos deportes como el ciclismo convierten al deportista en soporte de la imagen empresarial de cualquier marca. Una ingente cantidad de equipos puebla el ciclismo profesional pero pocos tienen la idiosincrasia que posee un equipo estadounidense que ha debutado este año en la categoría Continental.

El equipo en cuestión se ha inscrito ante la Unión Ciclista Internacional con el nombre de Rock Racing y dicha denominación viene dada por el patrocinador principal del conjunto, la firma de moda Rock & Republic. Poco o nada dirá esta marca en España a la mayoría de las personas, pero de un tiempo a esta parte no son pocas las mujeres que se las ven y se las desean para llevar una de las prendas de esta firma con sede en Nueva York (EE.UU.).

La culpable de este pequeño fenómeno lo tiene una persona que recibe el nombre de Victoria Beckham, esposa del futbolista David Beckham y que se dio a conocer multitudinariamente al formar parte del conjunto musical “Spice Girls”, aunque por aquel entonces utilizaba el apellido de soltera, que no era otro que Adams.

Pues bien, esta señora crea para la firma Rock & Republic una línea femenina, que evidentemente luce a la más mínima ocasión, y como icono femenino de la mujer empecinada en marcar tendencia, de una u otra forma siempre suscita un interés la vestimenta que utiliza a diario. Más incluso, cuando de exclusividad se trata, puesto que la marca en cuestión no tiene una distribución en España como para que el público pueda acceder y adquirir fácilmente sus productos.

Evidentemente como firma estadounidense que es, tiene en EE.UU. su principal mercado, y es en el ciclismo de aquel país donde ha desembarcado, pero de una forma modesta, ya que el conjunto Rock Racing, alterna pruebas nacionales y de categoría UCI e incluso se queda fuera de las importantes citas del continente americano.

A pesar de la supuesta modestia, la imagen del conjunto no deja indiferente, puesto que cuando llegan con sus impresionantes coches de la marca Cadillac más de una cabeza se gira instintivamente para contemplarlos. No sólo es la firma automovilística sino también observarlos pertrechados con productos de marcas tales como Giro o Scott hacen ver que están asociados a importantes marcas ciclistas.

La vestimenta es otra de sus características singulares, ya que sencillamente no se sabe a ciencia cierta cual será el color de la equipación en cada una de las pruebas en la que toman parte. Siempre con el mismo diseño cambian los colores, y ya han vestido de blanco, de negro, de rojo incluso en el último Tour de Virginia, de azul.

También llaman la atención buena parte de sus componentes, tanto los del equipo Rock Racing como los del equipo satélite Racing Team. Empezando por Kylie Leogrande, que llama poderosamente la atención por tener completamente tatuados, y además de vivos colores, la totalidad de los brazos así como la de las piernas. Procedente del equipo amateur Kahala La Grange fue el Campeón de Estados Unidos de la categoría amateur en la temporada 2006. Un año antes formó parte del más conocido conjunto Jelly Belly, pero retornó a la categoría amateur para atender su negocio y estar más tiempo con su familia. Su impresionante y musculada planta de velocista, está acercando al conjunto a los primeros lugares allí donde está presente.

Rahsaan Bahati es otro de los componentes de este conjunto y tras pasar brillantemente por las categorías inferiores, ganándolo todo en el año 2000 en Estados Unidos, estaba llamado a ser el ciclista de raza negra que se codeara de tú a tú con los ciclistas europeos. Tan sólo cuenta con 25 años, cumplidos el pasado 13 de Febrero, pero ya era profesional en el año 2001. Tras sus pasos por los equipos Saturn, McGuire-Langdale y TIAA-CREF, su llegada este año al Rock Racing da que pensar que lo que apuntaba como ciclista de categoría junior no se ha confirmado en el profesionalismo.

Hay otra serie de ciclistas que no están dentro del equipo registrado en la UCI, y entre ellos un viejo conocido de la afición española, Lucas Sebastián Haedo que tras varias temporadas en el pelotón amateur español, emigra al ciclismo estadounidense con el objetivo de seguir la estela de su hermano Juan José, que tras confirmarse como el mejor sprinter del continente americano, el CSC del Bjarne Riis lo ha reclutado en esta temporada para que dispute las llegadas en Europa con lo más granado del pelotón mundial. En el próximo Giro de Italia tendremos repetidas ocasiones de observar que medida ofrece en las grandes “volattas”.

En cuanto a Lucas, que no posee la punta de velocidad del hermano pero es un ciclista más completo, desembarcó en EE.UU. con una buena actuación en pasado 1 de Abril en GP Memorial Garrett Lemire, donde pudo ser tercero, en un sprint donde obtuvo la victoria el cubano Iván Domínguez (Toyota-United) que precisamente es el mejor colocado para heredar el trono que ha dejado vacante su hermano en el ciclismo de EE.UU. al marcharse al CSC danés. Ciclistas como Rory Sutherland (Health Net) en quinta posición o el hasta el año pasado componente del Saunier Duval-Prodir, Charles Dionne (Colavita-Sutter Home) en séptima posición hablan bien a las claras que las llegadas masivas en EE.UU. son realmente disputadas.

Pero, por encima de todos los ciclistas del equipo, si hay un ciclista que llama poderosamente la atención por su imagen, este es sin duda, David Clinger. Este ciclista apuntaba a ser el hombre rápido que Estados Unidos tuviese en el panorama ciclista internacional hace prácticamente una década. Cumplirá 30 años el 22 de Noviembre, y ya en 1998 formaba parte del equipo profesional Mercury, aunque no fue hasta el año 2000 cuando se dio a conocer al ciclismo europeo tras fichar por el conjunto Festina. En sus dos años de estancia tuvo la oportunidad de cosechar dos victorias en territorio español, una en su primer año, concretamente en una etapa de la Vuelta a Galicia y otra en el 2001 imponiéndose en el GP Villafranca de Ordizia. En el año 2002 se embarcó en el US Postal Service sin grandes resultados, y tras un buen año 2003 en las filas del Prime Alliance, volvió a Europa un año más tarde, para pedalear junto a Mario Cipollini en el Domina Vacanze.

Tras salir del equipo italiano, regresó a Estados Unidos para competir en el Webcor Builders en el 2005, pero sorprendió a propios y extraños al llegar con la cara totalmente tatuada a la primera concentración del equipo. Se hizo un tatuaje facial en Argentina, donde acostumbra a viajar al lado de su compañera sentimental que tiene allí fijada su residencia.

A David Clinger le tatuaron una máscara facial de Polinesia, que pertenece a la simbología maorí. Fue un doloroso tatuaje, que duró doce horas, en el que incluso con técnicas de acupuntura trataron de mitigar el dolor, y fue realizado en Enero, poco antes de regresar a EE.UU y comenzar los entrenamientos colectivos con su nuevo equipo. El ciclista vio como su máscara no era del agrado de los rectores del equipo, puesto que la imagen que trasladaba no era la que el patrocinador deseaba transmitir.

Esto hizo, que la carrera deportiva de David Clinger fuese apagándose, aunque curiosamente para no pocas personas que se habían tatuado la piel y eran observadas con desprecio al considerar que la persona tatuada está inexorablemente relacionada con aspectos nada saludables de la sociedad, ver a un deportista profesional tatuado, era un motivo de alegría y contribuía a decir, que aquellos que deciden tatuarse, no tienen nada de diferente con las personas que no toman esa decisión, excepto evidentemente la imagen que ofrecen.

Tampoco favoreció nada su paso por prisión en el año 2006 tras una trifulca en un bar ya de madrugada, pero en este 2007 vuelve a pedalear aunque la verdad es que dista un abismo de ser aquel corredor que exitosamente desembarcó en Europa.

Pero lo importante para Clinger es que puede seguir desarrollando su pasión dentro de un ciclismo serio, y es que el equipo Rock Racing, no guarda similitudes con el resto. La firma Rock & Republic ni tan siquiera se ha molestado en anunciar el equipo a los cuatro vientos, vendiendo la idoneidad de sus productos y la calidad de sus ciclistas, es más, con escueto anuncio de prensa y unos cuentos presentes para los periodistas en forma de surtido de sus productos, anunció que se embarcaba en el mundo del ciclismo.

Simplemente están en la carretera, y proclaman que ser ciclista no está reñido con tener una imagen al margen del clasicismo que reina en el pelotón. Todo el mundo pedalea de la misma forma, pero evidentemente cada persona es única, y las posibles diferencias existentes no deben ser un obstáculo para acceder al ciclismo de élite. Rock & Republic como tantos otros equipos da la oportunidad a unos ciclistas para que alcancen las metas deportivas que anhelan en sus entrenamientos diarios pero a diferencia del resto de equipos también ofrecen la oportunidad de que para conseguir tales objetivos no dejen nunca de ser ellos mismos.